De lirios y de labios besando mis frentes

De las notas dibujadas por las fiebres de mi vientre -habiendo pasado el insomnio con sus garras desmenuzando frases y recuerdos, hurgando en la paciencia los ensueños de mi mirada entreabierta- han quedado solo dos:
La una recuerda mi cabeza exhalando sangre en delicados y carnosos hilos, tibios, humeantes, ahora secos.
La otra anotación concede presente –perpetuo, impostergable- a mi fuego o furia coloquial, a mi danza íntima y confusa, a mi estado de dudosa claridad, elogio de la sombra o ultimo tren a nomeolvides (recuerdo el misticismo propio de los artesanos rusos, sus bigotes abundantes, sus comidas sabrosas).
La primera anotación vuelve para reclamar mayor extensión. Es la vanidad típica de las fiebres, pienso. Le concedo entonces, el don del mayor recorrido posible De las notas dibujadas por las fiebres de mi vientre, y habiendo pasado el insomnio con sus garras, desmenuzando frases y recuerdos, hurgando en la paciencia los ensueños de mi mirada entreabierta, han quedado solo dos...

Comentarios

Dilettante ha dicho que…
una de sangre y una de fuego;
¡alta fiebre!

te manda saludos "percherón"

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