Las luces y los ríos a veces se parecen

Las luces y los ríos a veces se parecen:
despliegan su cuerpo a través del espacio, para salpicar, desteñir y erosionar todo aquello que susurran. El mar no. El mar es distinto.

- ¿Que me dirías si te dijera o dijese que el tinto se extinguió? ¿Eh? ¿Acaso me atacarías con tu sal esculpida que emana tu boca ancha... excesivamente ancha... obscenamente ancha? Me arrancas las botellas de mis manos cada vez que me bebes tomando las botellas de mis manos cada vez. Biseo o bisear, o repetir bises, o laraleo o laralear una canción cuyas palabras se enquistan en la puta de mi lengua y no salen. Me arrebatas el alcohol que obtuve con el sudor de mi siniestra diestra mano manca que no tengo, y simplemente la invento... fe de brujas, de sapo de otro pozo que revienta el ser besado por una quinceañera de pálido vestido y ojos rojos... Nefasto y Neptuno la observan desde la cucha, y cuchichean... se les cae la baba, la dispersan irregularmente por toda la superficie de sus cuerpos, hora tras hora, día tras día... y así nace el mar.

El mar es distinto. Engulle, extorsiona, obliga,... me recuerda a la luna por momentos. Es más cruel que los desiertos, que tanto se dispersan que pierden concentración y olvidan su fin, entonces dudan, balbucean, malbucean y se los traga también a ellos el mar. Pero así y todo, como todo lo que respira, tiende a flaquear por algún flanco... y el del mar, son mis botellas de tinto llenas. 

- ¿Qué me dirías si te dijera o dijese que el tinto se extinguió? ¿eh?

Cada tanto me subo al faro y le lanzo el dedo en la llaga. Le cuento historias de plagas que consumen en pocas horas todos los viñedos del mundo. Se revuelve en su lecho frondoso mar, se contorsiona. Conozco su gesto carroñero, daría cualquier cosa por lamer el fondo de cualquier copa que haya abrazado cualquier clase de vino de cualquier parte del mundo, cualquier mar. Y entonces acompaño al dedo lanzado desde lo alto del faro con el resto del cuerpo, me sonsoneo fresco en el aire y caigo, a punto de ebullición.

Compartimos copas el mar y yo.

Comentarios

gaby ha dicho que…
me gustó mucho,MAR!!! es como detener el bullicio ciudadano por un instante y dejarse arrullar por un mar que trae secretos milenarios mientras engulle copas de tinto y nos salpica sabores nuevos,extraños y aún así infinitamente familiares. Necesitaba un viaje que me despegue un poco de la ciudad que muchas veces se asemeja a ese mar embravecido que lejos de compartir copas traga y digiere barcos y recuerdos. gracias!!!un beso. gaby(cujuca)

Entradas populares